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Ventajas e inconvenientes del suelo radiante

Esta instalación ha ido incorporándose a nuestro día a día de una manera sutil hasta que se ha convertido en común su uso.

Consideramos dos tipos de instalaciones, la eléctrica, ya sea hilo o folio radiante y la de tubo de agua. El suelo radiante eléctrico se recomienda más para pequeños locales o rehabilitación de vivienda donde estamos limitados en espacio.

La definición de suelo radiante de tubo de agua es:

La calefacción por suelo radiante consiste en una tubería empotrada en la capa de mortero que discurre bajo toda la superficie del local a calefactar. Esa tubería conduce agua caliente (a una temperatura baja en relación con otros sistemas de calefacción) producida generalmente por una caldera. El agua transmite el calor al suelo a través de la tubería y el suelo, a su vez, transmite el calor al ambiente del edificio.

Los sistemas de suelo radiante funcionan con cualquier elemento de producción de calor, como calderas de gas, bomba de calor, acumuladores eléctricos y sistema de colectores de placas solares. El material del suelo es importante para que transmita correctamente el calor mediante radiación a la estancia por lo que, son más frecuentes en suelos con base de cerámica, parquet, mármol, moqueta, linóleo y plásticos.

Toda esta información se resume, de una manera coloquial, en que este sistema es muy similar al de la calefacción mediante radiadores con caldera que, conocemos hasta el momento. En este caso, los radiadores no se ven ya que estarían bajo el suelo mediante tubos en los que circula el agua.

Ventajas

El sistema de suelo radiante ha evolucionado de tal manera que no sólo calienta en invierno si no que programándolo, en verano refresca.

Ahorro de espacio, evitamos tener objetos que ocupan espacio como pueden ser los radiadores en las estancias donde se ubique.

Ahorro energético, este sistema consume menos que los convencionales de calefacción.

Confort óptimo y uniforme, ya que toda la estancia se calienta por igual, siguiendo el dicho del refranero “pies calientes, cabeza fría”.

Ecológico. Dada la baja temperatura requerida, la instalación de suelo radiante se puede combinar con fuentes de energía renovables a baja temperatura, como la energía solar y geotérmica, disminuyendo el consumo de los combustibles fósiles.

Saludable. El bajo grado de humedad conseguido evita la aparición de ácaros y el desarrollo de alergias. Gracias a la ausencia de circulación de aire en la habitación, se reduce significativamente la cantidad de polvo.

Inconvenientes

Económico.La instalación de este sistema es más elevada económicamente debido a la labor de fontanería que conlleva.

Espesor. Este sistema necesita un espesor en el suelo para su correcta instalación. Hemos de tener en cuenta la altura total con la que contamos en la estancia.

Criterios de diseño

Las normativas que regulan a esta instalación son las siguientes:

CTE Código Técnico de la Edificación
RITE Reglamento de Instalaciones Térmicas en la Edificación
UNE-EN 1264 Calefacción por suelo radiante – Sistemas y componentes

Para conseguir un rendimiento térmico óptimo, es necesario prestar atención a diversos aspectos en la fase de construcción. La estructura de un suelo radiante funciona con la premisa de inercia térmica, el calor se entrega desde el suelo. El calentamiento de un sistema de suelo radiante, implica elevar la temperatura de una losa con elevado calor específico capaz de almacenar gran cantidad de energía. Esta energía no se entrega de forma instantánea, por lo que el espesor y la calidad del mortero, es importante. La norma UNE-EN 1264-4, especifica los requisitos para el diseño y la construcción de sistemas de estructuras de suelo calentado con agua caliente para asegurar que el sistema de calefacción bajo el suelo sea adecuado. Los datos de partida son aquellos a partir de los cuales se definirán los criterios de diseño y se efectuará el cálculo para realizar la elección de los componentes de la instalación:

  • Tipo de suelo. De sus características térmicas dependerá la temperatura necesaria en la distribución.
  • Temperatura ambiente. Seguir los valores recomendados en la norma UNE-EN 1264. La temperatura ambiente afecta a la temperatura superficial del pavimento y a la temperatura del agua en los tubos.
  • Temperatura exterior de proyecto. Seguir los valores marcados en el RITE.
  • Coeficientes de transmisión de calor de los cerramientos.
  • Salto térmico en el circuito hidráulico. El salto térmico entre la ida y el retorno de los tubos, según la norma UNE-EN 1264 debe estar comprendido entre 0 ºC y 5 ºC. En la práctica, se utilizan valores mayores, que pueden estar entre 5 ºC y 10 ºC. El valor recomendado es entre 7 ºC y 8 ºC.
  • Diámetro del tubo emisor. Los diámetro más utilizados son 16 mm y 20 mm. Los materiales habituales son
  • PE-X, multicapa o polibutileno (PB)